
Hacer un recorrido desde Penonomé hasta Coclesito es como adentrarse en un paraíso para los amantes de las aves. En este trayecto, que atraviesa montañas, bosques y campos abiertos, hay una impresionante variedad de especies que te acompañarán a lo largo del camino.
Uno de los más emblemáticos es el tucán de pico iris. Con su vistoso pico multicolor y su vuelo juguetón, este tucán es fácil de reconocer y, si tienes suerte, lo verás descansando en las ramas de los árboles. Otra especie interesante es el colibrí esmeralda, que se mueve a gran velocidad mientras se alimenta del néctar de las flores que florecen en la región. Este pequeño pájaro parece una joya voladora con sus plumas brillantes que reflejan la luz del sol.
Más al norte, ya acercándote a Coclesito, puedes encontrarte con el majestuoso águila harpía, una de las aves rapaces más poderosas de América. Aunque es más difícil de ver debido a su naturaleza esquiva, esta área es uno de sus hábitats, y solo saber que podrías cruzarte con ella ya añade emoción al viaje.
En los bosques húmedos de la zona también habita el curioso guacamayo rojo, cuyas plumas de colores intensos destacan entre el follaje verde. Su vuelo es impresionante y sus gritos resonarán en el aire antes de que puedas verlo. Además, la región alberga una variedad de búhos, como el búho moteado, que tiende a salir al atardecer para comenzar su caza nocturna.
Así que la próxima vez que hagas este recorrido, no olvides llevar tus binoculares. Las aves son parte del paisaje, y observarlas puede convertir un viaje rutinario en una experiencia llena de vida y color. ¡Quién sabe! Tal vez termines descubriendo una especie nueva para tu lista de avistamientos.
